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NOS QUIEREN SUMISOS Y SILENCIADOS

Durante su gira por tantos medios de comunicación donde iba estos días de precampaña, con su lengua ya macoca, cortando a diestro y siniestro, dijo, en plan reproche, el señor Pedro Sánchez que su gobierno es el mayor donante de ayudas a los refugiados saharauis. Yo no lo sé con la certeza que él lo dice. Lo que si sé, es que no dijo que su gobierno, en compensación por esa “ayuda humanitaria” a los saharauis, da a Marruecos dinero, armamento y munición para reprimir la población civil saharaui en las zonas que ocupa y matar a las familias de nómadas que pastan su ganado en las zonas liberadas de la RASD. Y se también que ordenó a sus eurodiputados votar en contra de una ” pequeñita, simple y timida” llamada de atención a Marruecos sobre el respeto a los derechos humanos. Y por supuesto se que no pudo aclarar lo de la carta a Mohamed VI en la que apoya y bendice su plan de autonomía. En este tema ha utilizado el trabalenguas del mentiroso: que si, que fui yo , que bueno si fui yo; pero, etc. Y se de otras cosas más, que ya que esta tan receptivo y dialogante, debio mencionar y no lo hizo.
Muchos españoles desconocen en profundidad el porqué hay refugiados hispanosaharauis en la HAMADA.
Los y las, hoy abuelas y abuelos que montaron los primeros campamentos de refugiados saharauis en la “hospitalaria región de la HAMADA”, no fueron ahí para “secar” como quien huye de la humedad y se va a una de las Castillas o al parque de Doñana, no.
Un o una saharaui puede pecar de ingenuo/a pero les aseguro que que es un apasionado de la vida. Ama la vida tanto, que en las peores circunstancias le sale la vena bidani. Canta, rie. Sueña lo imposible y reta lo improbable; y por el mismo amor a la vida, no le teme a la muerte digna aunque si a de inútil, de infortunio. Es por ello que hoy les quiero contar porqué y como es que existen los campamentos de refugiados saharauis en plena HAMADA. Su historia es como sigue, más o menos:
Los que están en los campamentos de refugiados, ( incluidos los muertos) huyeron escandalizados y aterrorizados por lo que se les venía encima. Las autoridades españolas y marroquíes que trazaron el plan de la entrega del Sahara fueron torpes, como no podía ser menos, pues eran y siguen siendo colonialistas. Semanas antes de la traición española al Sahara, habían acordado cercar las ciudades con alambradas para que nadie saliera y de esa manera España cumpliría con el acuerdo de entregar personas y tierra, de una sola vez. O sea, el pueblo y el país. La implantación de esas alambradas, el desarme de los nativos enrolados en el ejército y la policía españoles y el toque de queda crearon sospechas en la población que alimentaron su miedo a la muerte inútil bajo torturas, en cárceles, o mediante secuestros y desapariciones. Eso añadido a la mala prensa que tenían y tienen los marroquíes en la sociedad BIDANI( Sahara y Mauritania). Así que se inició un descontrolado éxodo masivo de la población hacia el unico punto cardinal potencialmente seguro: el abrigo del Ejército Popular de Liberación saharaui o si queremos llamarlo como se llamaba popularmente: el Frente, a secas.
En realidad, la salida de la gente de las ciudades pilló al F.POLISARIO de sorpresa; pues no estaba en sus planes, a excepción de l@s militantes con responsabilidades políticas cuyas vidas estarían en peligro inminente, aunque potencialmente con almajzen sobre el terreno, cualquier ciudadano saharaui corría peligro como se pudo comprobar desde entonces y hasta el momento de esta publicación. Para Marruecos, el éxodo de la población fue un “divertido ” entretenimiento para su ejército en plan ” caza humana “. En medio de proceso de organización del ejército saharaui, la reacción del F.POLISARIO no se hizo esperar: había que salvar y asegurar la vida de las miles de mujeres, ancianos y niños que huían de la persecución del ejército marroquí, a la vez; los combatientes saharauis frenaban el salvaje avance del ejército marroquí por distintos flancos del norte y este del país y al mauritano por el oeste y sur. Aquella “epopeya ” la bautizamos con el nombre: DEFENSA POSITIVA “. Se trataba de ir acogiendo a las familias poniendolas a salvo y al mismo tiempo organizando la defensa ante el avance de las tropas invasoras que parecían acampar a sus anchas, estado que no les iba a durar todo el tiempo que les hubiera gustado. Incluso Hasan II se envalentaba declarando que en una semana tomaría el té en el Aaiun. Cuarenta y ocho años después, el ejército marroquí sigue saboreando la amargura de los golpes del ejército saharaui a lo largo y ancho del muro, con más dureza que aquel día treinta y uno de octubre de 1975.
Y los refugiados saharauis continúan en la HAMADA; pero nada de sumisos ni silenciados.
B.Lehdad.

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