EL MAGREB ARABE: SITUACIÓN Y PERSPECTIVAS.
Voy,con permiso de las personas expertas en la materia, a intentar hacer un analisis de la situación, sin ir muy adentro, de la region del Magreb arabe o noroeste de Africa. Lo haré desde la imparcialidad, si mi orgullo-dignidad me lo permite. Tendré que morderme la lengua, borrar las traiciones del subconsciente; pero al final, espero aprobar el examen de “la imparcialidad”.
El Magreb, una región clave del norte de África, enfrenta múltiples tensiones políticas, económicas y sociales, que se entrecruzan con el conflicto del Sáhara Occidental, donde estados europeos como España y Francia estan implicados directamente, aunque se dan a conocer como “actores exteriores, que lo son, en la realidad, estan mas cerca de las entralas de los pueblos del Magreb que el 99,99% de los pueblos de la región.
El conflicto, conocido como “conflicto saharaui” es el centro de la inestabilidad en el Magreb. Desde la retirada(ilegal) española en 1975/76 y la ocupación marroquí, el territorio sigue en disputa entre Marruecos, que reclama soberanía, y el Frente Polisario, que lucha por la autodeterminación del pueblo saharaui.
El referéndum de autodeterminación prometido por la ONU sigue estancado; porque Francia con su veto, EEUU y España apyan un status quo en la sombra y en paralelo China y Rusia que si no callan, se abstienen que para el caso es lo mismo.
En este ” impaasse” Marruecos ha intensificado la anexión económica del territorio, atrayendo inversiones extranjeras a través de recursos naturales del territorio que ocupa,como fosfatos y pesca, lo que ha agravado la situación, creada a propósito por los actores: Francia y España, a pesar de su profundo conocimiento del estatus del Sahara Occidental y mas aún sus responsabilidades directas en la situación.
El conflicto ha tomado una nueva dimensión militar desde la ruptura del alto el fuego en 2020, provocado por Marruecos.
Aunque las rivalidades por la hegemonía en la región entre Argelia y Marruecos, data de antes de la guerra entre el POLISARIO y Marruecos, el conflicto del Sáhara Occidental alimenta esa rivalidad histórica entre ambos paises, aunque con matices que no voy a detallar, en esta ocasión.
Marruecos busca consolidar su posición diplomática mediante acuerdos internacionales y concesiones politicas, como la normalización de relaciones con Israel, con el respaldo de Estados Unidos por un lado y mediante promesas de grandes facilidades de inversión para los países que reconocen la RASD, a cambio de retirar o suspender el reconocimiento y abrir un consulado en Aaiún o Dajla ocupados.
Argelia, en contraste, apoya a los pueblos que luchan por su indeoendencia como Palestinos y saharauis y otros que sin el apoyo argelino no lo habrían conseguido. Actualmente, Argelia promueve una postura firme en defensa de la autodeterminación del pueblo saharaui, al tiempo que busca fortalecer su influencia energética en Europa.
España, como potencia colonial, tiene una responsabilidad histórica en el conflicto. Sin embargo, su actuación ha sido ambivalente:
En 2022, el gobierno de Pedro Sánchez reconoció la autonomía propuesta por Marruecos como “la solución más realista”, generando tensiones con Argelia y críticas internas.
El gobierno español, cara al consumo interno, busca equilibrar su relación con Marruecos a través del discurso engañoso : controlar la migración y combatir el terrorismo y Argelia como su principal proveedor de gas que revende a Marruecos; mientras que cara al exterior practica la política “psoeista” que no es más que ofrecer la imagen de sus barones y baronesas al servicio del gobierno marroquí a cambio de “favores personales”.
La posición española es percibida como denigrante por el pueblo saharaui, que esperaba un apoyo más decidido hacia su autodeterminación.
Francia, principal aliado de Marruecos en la región, juega un papel determinante:
París respalda las reclamaciones marroquíes sobre el Sáhara Occidental, alineándose con sus intereses estratégicos en la región.
Francia ve en Marruecos un socio clave en temas de seguridad, intrusismo en ex colonias y comercio en el Magreb.
Esta postura ha complicado las relaciones con Argelia, país con el que mantiene una relación históricamente tensa debido al colonialismo y las demandas de memoria histórica. Sin omitir un elemento clave que Francia comparte con Marruecos y otros gobiernos, lejos de Argelia, que su afán de desestabilización del país “bandera de la real independencia”.
Aquí no hablaré mucho de Mauritania, por el débil papel que puede jugar. Considero que en política exterior tiene atadas las manos, aunque podría armarse de valor y seguir el ejemplo de países vecino y no tan vecino, en sus relaciones con la metrópoli.
En general y muy importante es que el Magreb enfrenta retos adicionales que agravan la situación:
Inestabilidad económica: Alto desempleo juvenil, desigualdad y dependencia de exportaciones limitadas.
Crisis migratoria: La región es una vía clave hacia Europa, generando tensiones con países como España e Italia.
Terrorismo y seguridad: El Sahel continúa siendo una fuente de inestabilidad, con grupos extremistas que cruzan fronteras, donde Marruecos juega un gran papel a nivel mafioso y exportación de hachís. Un hecho tan grave y tan inhumano que practica Marruecos a la luz del día, con toda impunidad; y por algo será.
En conclusión y finalizado el año 2024, sin una mediación seria y presión internacional (incluida una postura firme de España y Francia), el referéndum en el Sáhara Occidental parece lejano.
La Unión del Magreb Árabe sigue paralizada debido a la guerra entre el pueblo saharaui y Marruecos, así como las tensiones entre Marruecos y Argelia. Tensión que dificulta la cooperación política y económica.
España y Francia deben reconsiderar sus posturas y políticas hacia la región, priorizando soluciones equilibradas que no perpetúen las injusticias históricas ni alimenten nuevas tensiones. Algo muy difícil ya que en la región hay un nuevo inquilino, apadrinado por Marruecos y que se llama: Israel.
Así pues, el Magreb sigue siendo una región marcada por profundas divisiones políticas y desigualdades, donde el conflicto del Sáhara Occidental simboliza la incapacidad de la comunidad internacional para resolver disputas coloniales. La implicación de actores como España y Francia, aunque parezca estratégica, necesita un replanteamiento más ético y responsable para avanzar hacia una mayor estabilidad.
Se nota mucho que soy saharaui y militante del F.POLISARIO? Lo siento, no lo puedo evitar.
Que el año 2025 nos traiga la paz, la armonía y la concordia entre nuestros pueblos.
B.Lehdad.