Hay fechas del calendario que me son incómodas, rozando la tristeza. Se repiten cada año. Asedian mi memoria y estoy todo el día, de esa fecha ejercitando la memoria y fluyen los recuerdos.
Hoy es un dia de esos: 17 de junio.
Miercoles. Sobre las 9.30 o 10 de la mañana. Aaiun. Barrio de ZEMLA(casas de piedra). Unos cuantos hombres, jóvenes y 3 o 4 mujeres bajan de un Land-Rover de color gris. Comienzan a sacar del vehículo grandes bultos negros. Eran jaimas como las nuestras (vivíamos en esa explanada en la que había 3 planos propiedad del difunto Jatri Yumani y que había prestado a mi padre para montar nuestras viviendas, mientras construiamos una casa en el barrio). Ese día que prometía ser como el de ayer y anteayer se hizo notar en muchas partes del mundo por la consecuencia histórica que marcaría. Se notó sobretodo en Madrid, Washington, París, Rabat y Argel. Otras capitales del mundo no fueron ajenas, aunque simularon indiferencia, al eco del 17 de junio de 1970; por puro oportunismo. Sin embargo tanto a unos como a otros, adivinaron que aquel alzamiento popular constituía un punto de inflexión y de reflexión en la historia colonial en el norte de África.
Aquellas mujeres y hombres del Land-Rover parecían que iban a “perturbar nuestra tranquilidad” por cómo y cuándo desenvolvieron los bultos e hicieron que fueran unas enormes jaimas, parecían máquinas en vez de personas. Alrededor de pasado el mediodía, aquel lugar parecía La Meca. No paraba de llegar gente desde dos puntos cardinales(sitúense en el escenario).
Las pancartas que se podían ver; pues la multitud las tapaban con su deambular, no eran muchas aunque sí muy elocuentes. Todas reivindicativas de una AUTONOMÍA y MEJORAS de vida. Nada denigrantes o irrespetuosas. Las miles de personas que se dieron cita en aquella explanada para reivindicar algo tan suyo y legítimo iban a experimentar una de las peores caras del colonialismo cuando se percata del despertar del colonizado. Fue brutal aquel atardecer, salvaje, inhumana la respuesta del tercio y la policía españoles.
El líder de aquella manifestación, convocada por el Movimiento de Liberación Nacional Saharaui, Mohamed SidiBrahim Basiri fue detenido por las fuerzas policiales españolas y del que el pueblo saharaui no supo ni sabe nada acerca de la suerte que corrió.
Desde entonces, el pueblo saharaui existe para los que le daban por extinguido o mejor dicho exterminado.
B. LEHDAD.
